Lo conocí cuando empecé a trabajar en el caso del Asesino de Alfas, pasó por mi lado sin siquiera mirarme, como si no existiera, su piel olía a sangre, la sangre de la victima que yacía al fondo de aquel callejón. Recuerdo pensar que era el hombre mas hermoso que había visto en mi vida.
-¿Tienes fuego?- Llamé su atención haciendo que se volteara a verme, al menos por un instante.
-No, no fumo- Respondió, observando la profundidad de la noche con los ojos de un depredador.
-Trabajas para C.S.C Company ¿Cierto?- Me acerqué a él, manteniendo una distancia respetuosa. Simplemente asintió con poco o nulo interés.
-Me llamo Devian, por cierto- Debo admitir que intentaba vanamente captar su atención de alguna manera, pero no parecía importarle. -Hueles a sangre- Así que opté por algo un poco menos convencional.
-Si, limpio mucha sangre a diario, entre otras cosas- Me cautivaba su forma de hablar, en que estaría pensando, que estaría mirando.
-Es algo extraño ¿Por qué alguien elegiría ese tipo de trabajo como profesión?- Intenté observar también lo que captaba su atención, fijando mis ojos en la penumbrosa distancia.
-La paga es buena. Cuando no tienes muchas opciones, tomas el trabajo que nadie mas quiere hacer-
-Es cierto. Me repites tu nombre- Probé mi suerte.
-No te dije mi nombre- Y fracasé alevosamente.
Ansioso porque me mirara y por no dejar morir la conversación utilicé la ultima carta que me quedaba.
-Eres el Asesino de Alfas- Le miré de reojo buscando alguna reacción
-Si, claro, como si una persona como yo pudiera matar a un alfa- Se mofó, sin darle mucha importancia, a nada, no le interesaba saber quien era yo, o porque le hablaba a un extraño, siquiera mis intenciones o como me veía.
-Eso es lo que todos dirían, nunca nadie señalaría a un omega , ni se les pasaría por la cabeza. Todos te subestiman, nadie se voltearía a mirarte, esa es tu ventaja- Aquello fue una provocación vil y deliberada, tal vez nacida de mis instintos mas narcisistas y competitivos, algo que casi siempre lograba reprimir.
-¿Tienes alguna prueba o solo se te acabaron las formas de llamar mi atención? Detective- No pude esconder una sonrisa cuando sus ojos llenos de desinterés y un atisbó de fastidio se posaron en mi. Y supe entonces, un poco satisfecho, que su falta de curiosidad, su completo control y serenidad ante la charla era porque sabía, con certeza, mucho mas de mi, de lo que yo podría haber teorizado sobre él.
-No, solo quería conversar con alguien- Me atraía esa manera informal y casi despectiva con la que me respondía, como si fuéramos -Amigos. Me gustaría que fuéramos amigos- Podía sonar un poco pretencioso, pero me parecía que la sutileza no funcionaba bien con mi contrario.
Se detuvo un instante, mirándome, analizándome, pensando. Supongo que en una respuesta.
-Si fuera tu, no me haría amigo de un asesino de alfas, Señor Alfa.- Esbozó una inocente y siniestra sonrisa. Por su parte, habiendo concluido la conversación, se dio la vuelta para marcharse.
-Mantén a tus enemigos cerca- Se detuvo solo un segundo al escucharme, pero rápidamente retomó su andar, sin despedirse, sin voltear a mirarme. Se dirigió a ese lugar oscuro, que le resultó mas seductor, mas digno de su atención. Recordé algo que mi madre me había dicho antes de suicidarse "Nunca seas como ellos, no te conviertas en ellos", y dejé que se fuera. Después de todo sabía que ese hombre era el Asesino de Alfas, pero como bien dijo, no tenía ninguna prueba, además, quería conocerlo un poco mejor, y con suerte tener otra casual y agradable charla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario